Boca campeón de la Superliga

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El “Xeneize” venció la noche del sábado en la Bombonera a Gimnasia y Esgrima La Plata por 1 a 0 y beneficiarse del empate de River, que le llevaba un punto de ventaja, 1 a 1 con Atlético Tucumán.

Boca Juniors se consagró la noche de este sábado campeón de la Superliga, al derrotar 1 a 0 a Gimnasia y Esgrima La Plata, de Diego Maradona, con una sobresaliente actuación de Carlos Tevez, con gol incluido a 18 minutos del final, y aprovechar el empate de River en Tucumán.

El partido, por la 23ra. y última fecha, se jugó en la Bombonera, con el arbitraje de Facundo Tello.

Antes del comienzo, Carlos Tevez se acercó al banco de suplentes a saludar a Diego Maradona y se dieron un fuerte beso. El entrenador Miguel Ángel Russo y Frank Fabra también saludaron al astro.

Fue muy superior Boca, que tomó el control en el inicio, tuvo paciencia para el traslado de la pelota.

A partir del manejo de Tevez el local generó juego, con Franco Soldano muy participativo más la velocidad de Sebastián Villa, ante un rival errático y que no pudo salir limpio.

Y elaboró una muy buena jugada por derecha, con un pase de Villa para Tevez, que remató desde la puerta del área chica, la pelota rozó en Maximiliano Caire y se fue sobre el travesaño.

El visitante generó una jugada polémica, cuando en el área Maximiliano Coronel cruzó pelota y la pierna de Tevez, penal que Tello ignoró.

Siguió siendo más Boca. Eduardo Salvio exigió abajo a Jorge Broun, quien luego le sacó un cabezazo de gol a Franco Soldano.

En el inicio de la segunda mitad casi sorprende Gimnasia, con un remate de media distancia de Nicolás Contín que sacó Esteban Andrada sobre el horizontal.

De todos modos el dominio volvió a ser de Boca, y llegó con un envío de Salvio apenas afuera, con un disparo del ingresado Ramón Abila que sacó Broun con los pies y con un cabezazo del propio Salvio que controló el arquero.

La insistencia, finalmente, tuvo su premio: Tevez probó desde lejos y Broun no la pudo sacar.

En una jugada aislada el colombiano Jonathan Agudelo casi le arruina la fiesta a Boca, con un cabezazo apenas afuera.

Más allá de esa jugada Boca ganó con un resultado corto, pero festejó al conocer la igualdad de River en Tucumán.

RIVER SE QUEDO SIN NADA

River Plate, preso de la poca definición, empató 1 a 1 con Atlético Tucumán como visitante y se quedó sin gloria, sin título en la Superliga. Javier Toledo puso en ventaja a Atlético y Matías Suárez marcó la igualdad que no le alcanzó a River en la 23ra. y última jornada de la Superliga.

La falta de precisión en el último toque dejó con las manos vacías a River, que en el estadio José Fierro, una olla a presión entre el calor, la humedad y el empuje de los tucumanos, resignó un torneo que le sigue siendo esquivo.

La Superliga se había transformado en una obsesión, especialmente para su entrenador, Marcelo Gallardo. En Tucumán jugó un primer tiempo discreto, hasta el gol de Toledo, de cabeza, en una mala salida de Armani, que desnudó las falencias defensivas del millonario.

River reaccionó y arrinconó a Atlético cuando De La Cruz y “Nacho” Fernández eludieron las marcas de Erbes y Acosta.

En el medio, el árbitro quedó en el eje de todos con un gol anulado a Borré (estaba habilitado). En la segunda parte, Loustau no cobró infracciones a Fernández y Suárez.

Con todo en contra, River recuperó su buen juego en los instantes finales del primer tiempo y lo continuó en el segundo, pero otra vez, las situaciones no concretadas fueron su pecado.

La más clara la tuvo el cordobés Suárez, en soledad, de cara al arco, con un remate que pasó por encima del travesaño (26m).

El cansancio se apoderó de los dos en el final. El calor se instaló como un factor desgastante, pero River iba como podía; tenía que ganar para ser campeón.

El ingreso de Quintero por Pinola buscó más fútbol para River. Atlético refugiado en su campo siempre apostó por la contra. Por momentos se paraba con cinco en la línea defensiva.

El reloj consumió las energías de River que en el tramo final fue por el gol que le diera el campeonato, soñaba con la gloria.

El equipo de Gallardo, con los minutos encima, iba como podía, ya no importaban las formas.

Los puntos perdidos en el Monumental se lamentaron más que nunca, mientras los hinchas de Atlético lo tomaron como algo personal, no querían a River campeón.

No hubo tiro del final para River, no hubo gloria. El campeonato sigue esquivo para el Millonario que no lo gana desde 2014.

River se fue masticando mucha bronca, Zielinski desde el banco otra vez fue su verdugo, Atlético hizo su parte, mostró honor, y Boca festejó.