El INTA brindará una charla sobre estimación de receptividad ganadera con imágenes satelitales
La Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz avanza en el análisis de imágenes satelitales para estimar la receptividad ganadera en los establecimientos ganaderos de la provincia de Santa Cruz. Estas actividades serán presentadas el próximo viernes 5 de junio a las 19 hs, a través de la charla virtual sobre “avances en la estimación de receptividad por imágenes en Santa Cruz”.
Los organizadores expresaron que el encuentro -que se realizará a través de la plataforma Zoom- “será una oportunidad para acceder a una herramienta que permite una evaluación de receptividad para distintos herbívoros y podría complementar y mejorar las técnicas de evaluación forrajera anual”.
El encuentro está destinado a productores, técnicos y administradores de establecimientos ganaderos. También se ha invitado a técnicos del Consejo Agrario Provincial, Ley Ovina, Prolana, integrantes de la FIAS y Sociedades Rurales, técnicos privados prestadores de servicios del área, técnicos de certificadoras de sustentabilidad, orgánico, RWS y todos los interesados en la evaluación de pastizales.
El encuentro está a cargo del Equipo de Investigación en Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria. Disertarán el Dr. Gabriel Oliva y las IRNR Paula Paredes y Daniela Ferrante (responsable de la Coordinación de Investigación del INTA).
La receptividad es el número de animales que puede mantener un establecimiento sin deteriorar los pastizales naturales. Al respecto, Gabriel Oliva explicó que “una carga animal por debajo de la receptividad garantiza buena condición corporal de los animales, y una producción individual óptima. Por otro lado, e independientemente del sistema de pastoreo que se aplique, los pastizales manejados con cargas adecuadas, flexibles y ajustadas anualmente recuperan cobertura, biodiversidad y calidad en el largo plazo”.
La evaluación de pastizales
La evaluación de pastizales se hace tradicionalmente en la región austral mediante cortes de pastos cortos forrajeros, una técnica que ya se ha aplicado al menos una vez en 2.7 M de ha, de Santa Cruz y gran parte de Tierra del Fuego. A pesar de este enorme esfuerzo, evaluar el territorio restante es difícil por falta de técnicos entrenados. Hay por otro lado cada vez mas bovinos, e instrumentos como el plan Provincial de Manejo del Guanaco de 2018 requería evaluaciones de receptividad para sistemas mixtos guanaco-ovino o guanaco-bovino por otro. Dado que estos herbívoros tienen capacidad de consumir coirones o arbustos, se sospechaba que un método basado en el los pastos cortos podría tener problemas.
Daniela Ferrante, Coordinadora de Investigación de la EEA y participante del grupo que desarrolló la técnica, explicó que “una forma alternativa, mas general, de calcular la receptividad es a partir de datos de producción primaria neta aérea (que incluye el forraje de coirones, arbustos y pastos cortos) aplicando un ‘índice de cosecha’ (la proporción de este forraje que pueden consumir los animales para permitir que las plantas se regeneren)”. “El INTA mantiene una red de 60 sitios de productividad primaria en Patagonia, pero la estimación por cortes es demasiado cara y laboriosa como para aplicar en el campo de productores. Una alternativa obvia son los sensores remotos y hacia allí se concentraron los esfuerzos”, agregó.
Paula Paredes, especialista en teledetección del grupo brindó detalles sobre el procedimiento: “luego de analizar un abanico de imágenes e índices se concentraron en imágenes denominadas MOD17/A3. Estas imágenes no habían recibido mucha atención porque se produce una al año y tienen un grano grueso (1 x 1 km) pero proveen una estimación de productividad primaria bruta (aérea y de raíces) mediante una combinación de imágenes diarias del satélite MODIS con datos meteorológicos y un modelo de producción vegetal y podrían ser útiles para un mapa a escala provincial”.
Luego de una serie de ajustes y calibraciones, los investigadores del INTA encontraron que estas estimaciones se comparan muy bien con las de productividad primaria neta aérea de la red INTA en Patagonia. A continuación se calculó para cada porción de la imagen un índice de cosecha para obtener el Forraje consumible: la cantidad de forraje que una superficie produce anualmente y esta disponible para los herbívoros. Por ultimo, se convirtió esta información en mapas de receptividad considerando el consumo esperado de cada animal, que varia de acuerdo al tamaño de los herbívoros.
Gabriel Oliva señaló que “El mapa refleja la receptividad media entre 2000 a 2015, que para Santa Cruz resultó de 3,2 ±0.3 M. Esto coincide con evaluaciones anteriores pero mejora mucho la resolución de los mapas, que ahora tienen un detalle de 1×1 km, suficiente para generar estimaciones a escala predial”. Una vez calibrado con los datos de campo, este producto tiene varias ventajas, porque puede proveer a bajo costo evaluaciones iniciales de receptividad como las requeridas por la Ley Ovina, el Plan Ganadero Provincial, el Plan provincial de manejo del guanaco, o incluso las certificadoras de sustentabilidad de producción de lana y carne. Por ultimo el investigador manifestó que surgen nuevas lineas de trabajo ya que se analiza integrar el uso de imágenes MOD17/A3 de mejor resolución (500 x 500 m) con las evaluaciones forrajeras de campo, lo que permitiría hacerlas mas eficientes y obtener una mejor descripción del efecto del manejo sobre cada parte de la estancia. De esta manera, un desarrollo tecnológico local de bajo costo podría contribuir al desarrollo de una ganadería mas ajustada al potencial de los recursos naturales patagónicos.