Enrique Espinosa por Streaming el proximo 18 de septiembre
Enrique Espinosa presentará su primer concierto en vivo vía streaming el próximo viernes 18 de septiembre a las 21hs mediante la plataforma Mandibula Live www.mandibula.com.ar . Con sus 83 años de edad el último cantor nacional llevará a cabo un show sin precedentes en la historia de su carrera artística. Será un Show único, no sólo por las canciones elegidas para el concierto sino también por ser la primera vez que cantará acompañado de sus músicos a través de esta modalidad y sin público presente.Nicolás Ruiz, Maximiliano Bracamonte y Mariano Escobar acompañarán en guitarras a “la voz romántica del folklore”
Las entradas virtuales tienen un valor de $250 y ya están a la venta. Se pueden comprar en la cartelera del sitio www.mandibula.com.ar. Una vez adquirido el ticket, el sistema le otorgará a cada usuario un código de acceso para ingresar a la sala virtual el día del evento en el horario anunciado.
Sobre Enrique Espinosa
Enrique Espinosa es el último cantor nacional: conoce de punta a punta la Patria donde nació, ha estado con los históricos artistas que fueron protagonistas de nuestra cultura popular y de ellos aprendió lo mejor, para poder legarlo hoy, en principio en sus redes sociales donde repasa la historia de sus mejores momentos, narrando con detalles históricos lo vivido y de ese modo, ratificar, que es una especie en extinción.
Espinosa, nació un 27 de diciembre de 1937 en la ciudad de Colón, al norte de la provincia de Buenos Aires. Subió por primera vez a un escenario cuando tenía 12 años y su carrera profesional comenzó en el año 1965: allí debutó siendo la primera voz del conjunto bonaerense de alcance nacional e internacional “Los Hermanos Abrodos” con los que hacía radio todas las noches, como músicos estables y luego recorrió Argentina de punta a punta y realizó, durante 10 años, giras por muchos países con ellos.
En 1969 grabó su primer disco como solista: “La voz romántica del folklore” para el sello Odeón, trabajo que incluye seis temas dirigidos y arreglados por el Maestro Carlos García, pianista inigualable y en seis temas lo acompañan “Los Andariegos”, grupo trascendental con origen en la provincia argentina de Mendoza. Ese disco lo llevó a transformarse en uno de los cantores favoritos de la época, por sus románticas canciones y su característica voz.
Enrique inició giras por el mundo como uno de los mejores intérpretes del cancionero nacional tras consagrarse con la zamba de Roberto Cambaré “Tú” en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín en enero de 1980. “Tú”, se convirtió en el primero de una sucesión de éxitos que le dieron continuidad a su carrera con nuevos materiales discográficos como: “Balderrama”, “Viene Clareando”, “Aquí está Enrique Espinosa”, “Del Algarrobo al Ombú”. “Gota de lluvia”, “Comprendamos”, “Canción del amor Lejano”, “Madrigal”, entre tantísimos otros.
Junto a su gran amigo Argentino Luna le dio vida en letra y música a “Detengo mi andar” y “Me olvidé de tu nombre”. Con Oscar “Cacho” Valles compuso “Te pertenece aún mi corazón”, “El Beto Crespín” y “La del vino”. Y con el locutor Aníbal Cufré: “Canto a Jesús María” y “Abuelo Rio”.
El último cantor nacional, con su voz bien timbrada, su asombrosa afinación y cálido estilo interpretativo, se convirtió en uno de los artistas más admirados y respetados no sólo por el público, sino especialmente por sus pares.
El nuevo milenio lo llevó a realizar giras por Europa, Estados Unidos y América Latina junto a Abel Visconti. Pero en 2004 se desvinculó definitivamente del conjunto para seguir su camino con la mirada puesta en otros horizontes. Discos como “Homenaje a Antonio Tormo”, “Nuestro secreto” y “Simplemente Cantor” son fruto de ello.
En la actualidad, Enrique Espinosa es “El último cantor nacional” que aún posee el hermoso privilegio de cantarle al amor y a las expresiones que contiene el encanto de su tierra. Sigue siendo un apasionado del arte que cultiva, a través del cual nos regala el incomparable clima de su voz impregnada de leyendas y duendes bohemios que transitan por su sangre y aparecen en el alma y la garganta de su criollo corazón.
