Francisco proclamó santo al enfermero ítalo-argentino Artémides Zatti

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El papa Francisco canonizó al santo Artémides Zatti, el primer salesiano no mártir que simboliza la inmigración en Argentina. También mandó un mensaje al mundo de la política: “No abrir puertos es repugnante y criminal”.

En una ceremonia solemne e importante que se realizó en la plaza San Pedro del Vaticano, el papa Francisco canonizó este domingo al primer salesiano no mártir que se convirtió en Santo por su gran labor como enfermero de los más desposeídos.

El nuevo santo, Artemide Zatti, que nació en 1880 en la provincia de Reggio Emília, en el norte de Italia, emigró a Argentina cuando era adolescente junto a su familia a causa de la pobreza y se estableció en Viedma, provincia de Río Negro, donde su vocación fue curar a los enfermos, niños y pobres de la periferia de la comarca patagónica.

Delante de los miles de peregrinos de todo el mundo que participaron del ritual cristiano con motivo de la canonización del salesiano laico profeso, el Papa Francisco destacó la misión de Zatti, una vida enteramente dedicada a los enfermos, abandonados y marginados al describirlo “pariente de los pobres, siempre con una sonrisa reescribió una página del evangelio en la Patagonia”. En 1951, cuando tenía 70 años de edad, falleció a causa de una grave enfermedad.

El Pontífice después de la canonización de Zatti y de Giovanni Battista Scalabrini, dos santos ejemplos indiscutibles de la inclusión de los inmigrantes, difundió un poderoso mensaje fuera de la Iglesia, con la intención de ser escuchado por el mundo de la política que en Italia gira hacia el sector de la extrema derecha, básicamente sorda a la inmigración: “tengo miedo cuando veo comunidades cristianas que dividen el mundo en buenos y malos, santos y pecadores: así acabamos sintiéndonos mejores que los demás y dejando fuera a muchos a los que Dios quiere abrazar”. Y continuó: “Incluir siempre: en la Iglesia como en la sociedad, todavía marcada por tantas desigualdades y marginaciones”.

En el marco de una Italia que se prepara en las próximas semanas para la toma de poder de Giorgia Meloni, Bergoglio recordó que “el mar Mediterraneo es el cementerio más grande que pueda existir” y con palabras que muchos analistas han interpretado como referidas implícitamente a la política implementada, cuando era Ministro del Interior, por el líder de la Lega y ahora aliado de Meloni, Matteo Salvini, concluyó “No abrir puertos es repugnante y criminal”.

Fuente: Ámbito