Un año de una guerra absurda
Este viernes se cumplió el triste aniversario de una invasión sin sentido. Un año de muertos inocentes y de poco amor al prójimo.
Juan Mateo Aberastain Zubimendi estuvo presente en el recuerdo de aquellos que no quieren la guerra. Las caras mostraban la desorientación de no saber ni porqué se llegó a esta disputa.
Las imágenes muestran la desolación de un pedido de punto final para el conflicto. Los rostros marcan la desazón de lo imposible.
No se vislumbra un principio de solución. Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de atacar ciudades o pueblos y de destruir los servicios públicos más básicos. El año terminó con una importante anexión rusa, una exitosa contraofensiva ucraniana y una renovada lucha diplomática occidental.
La invasión rusa en Ucrania provocó el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 6 millones de desplazados internos y un número similar de refugiados, la mayoría en los países europeos vecinos, según la Organización Internacional para las Migraciones, y más de 7.000 civiles muertos, según la ONU, aunque esta organización internacional reconoce que esta última cifra seguramente es mucho mayor.
Pero también 461 niños muertos, 13.287 civiles heridos, 8000 asesinados y un total de 70,958 crímenes de guerra, 120.000 edificios derribados según lo notificado por el gobierno de Ucrania.
141 países del mundo apoyan a Ucrania en la guerra iniciada por Rusia. Sin embargo sigue persistiendo el desamor, la falta de empatía y la poca comprensión por parte del gobierno ruso muestra a las claras que el mundo aún no está curado de todos los males.
