La mitad de Puerto Deseado corre riesgo de quedar bajo el agua y el municipio no hace nada

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Todos los días se suman estructuras edilicias afectadas por una inundación que comenzó siendo sectorial, silenciosa e imperceptible, pero hoy se ha vuelto incontrolable y afecta a muchos barrios de esa localidad.

El diputado nacional “Kaky” González se comprometió a gestionar obras, pero estas hasta el momento no se realizaron. Los vecinos exigen medidas urgentes.

La Zona Norte de la provincia hace décadas que tienen serios problemas en el acceso al agua, pero contrariamente a lo que se cree, el agua en esta localidad portuaria vecina a Caleta Olivia brota del suelo y sin ningún tipo de control. La mitad de la ciudad corre riesgo si no se toman medidas urgentes.

En Puerto Deseado hay algo que sube y no es petróleo. Viene desde abajo y no es el reclamo de los sectores marginales de nuestra sociedad que padecen las malas políticas.

Existe algo que sube y deteriora cimientos y no es la corrupción de los funcionarios oficialistas. Hablamos de las napas freáticas sobre la que está construida parte de esta localidad de Puerto Deseado.

Esta capa de agua que está más próxima a la superficie sigue avanzando sin freno.

Aunque las denuncias de muchos vecinos vienen desde hace mucho tiempo, aún los damnificados no recibieron ninguna respuesta concreta por parte de las autoridades de la provincia y el municipio.

Los vecinos esperan, mientras conviven con varios centímetros de agua en sus propiedades.

Después de 8 años de reclamos y de una situación desesperante. Después que el tema tomara estado público gracias a una nota que realizó La Prensa de Santa Cruz en noviembre del año pasado, el Gobierno realizó las investigaciones correspondientes sin que aún se aprobara o comenzara algún tipo de obra que permita solucionar la crisis hídrica.

Según los vecinos afectados, de las casas hoy se están extrayendo unos 40.000 litros diarios de agua.

Hablamos con vecinos de calle Maipú al 900, quienes nos contaron que los azulejos que quiebran y caen, los sócalos están comidos por el agua, los patios se encuentran inundados, los placares están destruidos, y se suceden muchos problemas eléctricos por cables mojados y estructuras derruidas.

Graciela Robles y Coca García, voceras de los vecinos, nos abrieron las puertas de su casa para que mostremos cómo el agua fluye desde el fondo de los patios, se filtra por los cimientos y sin pausa va destruyendo cada uno de sus hogares.

Referentes de Servicios Públicos realizaron perforaciones para extraer el agua, sin que esto alcance. “Estamos en un mal momento. Pusimos bombas para sacar el agua, pero igual es imposible detener su marcha”, y agregó “queremos que se realicen las obras que controlen la situación definitivamente”.

Con solo visitar alguna de las casas, las evidencias irrefutables de la presencia del agua subterránea no pueden cuestionarse.

Paredes amarillentas, el suelo mojado de algunos pasillos, patios y comedores, el olor a humedad genera preocupación.

“Eso lleva demasiado tiempo, hicieron un plano de las obras y hasta el momento Nación sigue estudiando sin avanzar. Sabemos que el problema es muy serio, involucra a casi la mitad de la población”, expresó la damnificada.

Para estudiar la situación contaron con especialistas de Medellín, Colombia, a quienes le consultaron sobre la situación.

“Ayudaron muchísimo, me informaron sobre la obra y los filtros que necesito para que mi construcción, o de quien esté interesado, no se caiga. En la Municipalidad me dicen que siga esperando, pero no puedo esperar los meses políticos, no tenemos tiempo, la humedad alcanzó el 1,20 de altura, llega hasta la electricidad, no sé más cómo seguir, no tengo gestión de la localidad”, al indicar que la imagen que muestra la laguna formada bajo la ciudad, es Satelital (foto).

“Es una situación terrible, estamos en constante tensión, queremos que se trabaje y se haga la obra que es muy grande, es mucha plata pero estamos en épocas electoral y lo más simple es buscar la solución” y contó que en su casa hicieron “tres perforaciones sacar el agua. Sacan 40.000 litros de agua por día, como va a la calle se rompió el asfalto, de acá a un par de meses no vamos a tener un asfalto. Deseado no tiene agua es lo que dijeron toda la vida y ahora no enteramos que estamos pasados al pedir que la gente despierte.

El brote de agua surge desde el fondo de la propiedad y se filtra por debajo de las casas arruinando los cimientos y provocando filtraciones en todas las habitaciones. 

La situación les causa muchas enfermedades, muchos problemas respiratorios además de las pérdidas económicas.

“Kaky” González de eterna campaña, parecía que iba a hacerse cargo y encontrar soluciones verdaderas, pero no hizo demasiado.

Observó detalladamente la situación, se comunicó con funcionarios de Obras Públicas de la Nación, pero más de eso no hizo.

Los vecinos esperan una nueva reunión con él para que le pida al gobierno de Alicia Kirchner los fondos de la obra.

Fuente: La Prensa de Santa Cruz