Mauro Goro, el deseadense que encontró una nueva vida del otro lado del mundo

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Tiene 31 años, hace 12 se fue de su tierra natal, primero para estudiar y luego para trabajar. Hace casi un año cruzó el mundo para radicarse en Australia y tener allí una nueva oportunidad de vida. Un sacrificio que bien vale la pena vivir.Cuando Mauro emprendió su viaje a Buenos Aires lo hizo siempre pensando que pronto su vida iba a volver a la normalidad, cerca de su mamá Débora, su papá Sergio y sus hermanos. Como todo estudiante cargó en sus alforjas ilusiones, sueños, anécdotas, vivencias, incertidumbres, esperanzas y se echó a volar.

Así es la vida de los jóvenes del interior que salen en búsqueda de su futuro y encuentran otra realidad, otro mundo y quedan admirados. “Hace 12 años me fui a Buenos Aires a estudiar, luego a Bahía Blanca, donde me terminé de recibir de Chef y Técnico en Seguridad e Higiene” comenzó diciendo el joven que nos atiende en una charla telefónica a las 12hs de Australia y las 02 de la madrugada en Argentina.

En marzo del 2023 partió a Australia, hoy está en una pequeña población llamada Forster. Trabaja de Chef en un resto-café a la orilla de la playa, entre 50 y 60 horas semanales, “de eso depende mucho el sueldo, ya que se cobra por horas trabajadas. Los oficios y profesiones son muy bienvenidos en Australia, ya que los australianos no estudian, por lo que es aún más fácil conseguir trabajo si tenes como defenderte laboralmente. Yo aspiro a conseguir una Visa Sponsor para poder obtener la residencia en el país. Solo debo trabajar dos años en el mismo lugar y así consigo el objetivo” expresó a Deseado Noticias.Mauro llegó allí gracias a la Visa working holiday que te permite viajar a un destino con el fin de trabajar y recorrer el país durante un año, ahorrar dinero, conocer gente de todo el mundo y viajar mucho. “Argentina tiene muchos países a los que se puede viajar con este sistema. Yo elegí Australia por una cuestión económica y porque me pareció que debía conocer este país, que más que un país parece un continente. Pero además es uno de los países donde más poder de ahorro podes tener trabajando y viviendo bien” aseguró Goro.

A los siete días de haber llegado a Sidney encontró trabajo, “fue en un campo, entre la siembra y el ganado, nunca en mi vida había estado en el campo. Trabajé 88 días para conseguir un año más de permiso en el país. Algo que logré, tengo Visa hasta el 2025. Luego hice una temporada de nieve, hasta que terminé aquí, trabajando en lo que me formé y en un lugar de ensueños” indicó.El Chef cuenta que como a todo ser humano le costó la adaptación, que siempre se vive pensando en la familia del otro lado del mundo, pero también que se hizo fuerte para saber disfrutar la nueva vida que eligió en marzo del 2023. Su partida se dio luego de averiguar de qué se trataba este sistema y tras la separación de su novia, “trabajaba vendiendo autos, nada que ver con mis profesiones, tenía mi vida armada, mi pareja y estaba tranquilo. Sin embargo conocí esto de la Visa, me interiorice y me empezó a picar el bichito de viajar y experimentar. Leía muchos sobre quienes lo habían hecho y todos coincidían en que el viajar te abría la cabeza y se experimentaban cosas muy buenas”.

La única “contra”, por decir algo, era la edad. En Australia se puede aplicar hasta los 31 años y él ya tenía 29. Pero estamos en Argentina, y este país siempre te da una señal, y a Mauro se la dio. La empresa donde trabajaba cerró sus puertas y encima terminó con su novia, “me dije este es el momento de probar una vida nueva. Empecé los trámites correspondientes, los envíe, me lo aceptaron y viajé”.

El joven cuenta que cuando le enseñó la “nueva buena” a su familia “se pusieron tristes, pero entendieron que era una cuestión de progreso y un cambio personal. Del lado de mis amigos hubo de todo, “que estaba loco”, “que iba a perder todo”, “que el idioma, los valores y la cultura eran otras” etcétera”.Pero la decisión estaba tomada, preparó todo y el 31 de marzo marchó rumbo a su nueva vida y con los sueños más intactos que antes, “quería experimentar todo esto y la verdad es que se me está dando todo bastante bien. Este viaje me hizo ver otras cosas, generar otros vínculos con mis seres queridos”.

“Vivir lejos de casa siempre me fue difícil. Se extraña todo y mucho. Sobre todo si tenes en cuenta la distancia y los horarios. Voy a cumplir un año en Australia y me replantee un montón de veces que hago acá. Todo me cambió desde el minuto cero que pise este país. Me costó un poco la adaptación, me arrepentí no haberle dado más bolilla al inglés, yo me vine con uno muy básico, y todo eso te hace pensar” aseveró.

 De todas maneras el deseadense entendió que el  paso del tiempo todo lo cura y que se aprende a convivir con la soledad y a ver otras cosas, “y conoces otras historias que están en la misma que vos y te aferras a sus protagonistas”.

Mauro dice que vivir en Australia es “vivir cómodo, seguro y con oportunidades u otras ventajas, sobre todo en lo económico. En Argentina vivís con lo justo por la constante devaluación de tu sueldo, aquí se vive tranquilo en ese aspecto. Acá se trabaja, se cobra bien, llegas bien a fin de mes y te queda un resto para ahorrar y hasta para viajar un fin de semana. Se vive cómodo económicamente y eso se nota mucho en comparación con la Argentina” explicó.Pero claro, un país de primer mundo también tiene sus contras para una persona que llega del otro lado del continente, “el horario, el alejamiento de tu familia, más allá que hoy las nuevas tecnologías nos acerquen, el idioma, la cultura, el asado con los amigos. Es todo muy distinto, aquí se cena a las 18hs más o menos y yo a esa hora me estoy tomando unos mates” y asegura que lo más difícil es seguir el hilo de la conversación de whatsapp del grupo familiar, “hay 14 horas de diferencia. Cuando yo leo el chat ya me perdí de un montón de cosas. Lo mismo sucede si pasa algo”.

A pesar de llevar 12 años fuera de Deseado, Goro siempre piensa en formar su familia en su ciudad natal y volver a vivir allí, “si tengo que armar mi familia quisiera que sea en Deseado para que mis hijos crezcan y se curtan con los mismos valores o las mismas cosas con la cuales yo me crie y formé”. Sin embargo, su nueva vida le permite pensar en una estadía en Australia, “si puedo, ahora me quiero quedar a vivir acá, porque puedo proyectar y me da con qué. Pero quiero tener una diferencia económica para volver a la Argentina y proyectar allí, porque Deseado es mi casa”.

El joven cuenta y muestra con orgullo de donde es, “y enseño las riquezas de nuestra Ría y los paisajes de nuestra ciudad. Extraño mucho mi lugar, pero viendo la situación de Argentina hoy te da para pensar si es conveniente volver, sobre todo cuando estás en un lugar que tenes todo y se vive bien. Hablo con mi familia y me dan ganas de irme, pero a la vez me dicen quédate allá que aquí  la cosa esta mal y sigo para adelante a pesar de extrañar mucho”.

Siente que su primera experiencia le llegó tarde, se lamenta no haber conocido este tipo de sistema de Visa antes. A sus 31 años piensa que está en una nube de sueños. Como en todos los lugares del mundo, siempre hay latinos, él comparte sus días laborales con una moza uruguaya, Franca, con quien está empezando una relación y con dos chicas peruanas y un chico argentino, “todos es como que entendemos que estamos en la misma, lejos de casa y eso nos permite apoyarnos más, aparte es lindo conectar y hablar en español después de tanto ingles” y eso le permite sobre llevar con más calma la distancia.“Nunca pensé en vivir esto, siempre supuse que mi vida iba a estar ligada a las ventas o comercializar autos o algo toda mi vida. No había ejercido de Chef por más que me apasiona la cocina y hoy es una salida y algo que me puede asegurar un futuro en este país” subrayó y  agregó “creo que tomé una buena decisión en emigrar a Australia. Lo que es seguro es que hoy, a pesar de extrañar mi vida en Argentina, vivo de otra manera, no tengo que pensar si llego a fin de mes o si me complico económicamente. Claro que perdí un montón de cosas, el día a día con mi familia es uno de ellos, pero todo su sacrificio tiene su recompensa”.

“Yo le debo mucho a Débora (así llama a su mamá), si estoy acá es por ella, que siempre me apoyó y me acompañó en los trámites y me bancó los estudios. Le mando un beso enorme y le digo que la extraño horrores y la amo mucho más”.

Para aquellos jóvenes que están pensando en que hacer, Mauro les anticipa que lo primero que pueden hacer es leer, informarse de todos estos programas que existen en la actualidad y jugársela, “a los argentinos nos piden muchos trámites para la Visa, pero no son imposibles.  Les puedo decir también, como se lo digo a mis hermanos ahora, que estudien inglés, no hagan como yo porque se van a arrepentir. Es fundamental  para este tipo de experiencia, es una herramienta muy importante. Después le diría que salgan, viajar te abre la cabeza, te enseña un montón de valores, pero van a tener una nueva vida, otro mundo, que puede llegar a ser mucho mejor que el que estén viviendo”.

Una nueva oportunidad de vida es la que encontró Mauro Goro. De esas oportunidades que pasan por única vez y que no hay que pensarlas mucho. Claro, como dice él, hay que sacrificar cosas, pero bien vale la pena intentarlo cuando vivís en un país como Argentina, que por más que sea el más lindo del mundo, tiene sus penares más fuertes que sus fortalezas.

Lejos le queda ese Puerto Deseado natal a Mauro. Todos los días, mientras cocina y vive de su profesión en Australia, algo que no lo había podido hacer en la Argentina, lo piensa, lo extraña. Sin embargo se aferra a vivir el presente 14 horas adelantado al nuestro y sabe que ese presente es el futuro, el buen futuro que proporciona un país de primer mundo que le abrió sus puertas a él, a su novia uruguaya y a los miles de latinos que buscan, así como alguna vez lo hicieron desde ese lado hacía América, una nueva cultura, una nueva vida, nuevos horizontes que les permite crecer, creer y esperanzarse.

“Una nueva posibilidad de vida, así podría titular yo esta entrevista” nos dijo. Y eso es. Una nueva y preciosa oportunidad de vida en Forster, Australia. Un lugar de ensueño, tanto como Puerto Deseado pero con mayores  posibilidades de una gran vida.

Así este deseadense nos atendió entre sus horas libres y nos fue desasnando de su historia con la que nos enseñó que siempre se puede empezar, que hay que estar atento a encontrar los momentos y que hay que ir para adelante, siempre a paso firme y convencido que lo mejor esta por llegar.