Martín López: “Los fondos de la Ley Ovina han sido fundamentales”

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Desde el 1 de agosto de 2024, a través de la Resolución Nº 650/2024, el Gobierno nacional puso fin al Fondo Fiduciario para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO). Santa Cruz Produce habló con el productor Martín López para ver el impacto de la medida y la necesidad de su restitución. Alambrados divisorios, captación y distribución de agua, vientres y carneros, galpones de esquila y acopio de forrajes fueron los rubros más relevantes financiados con aportes reintegrables. Pero también modernización de instalaciones para mejorar la calidad de trabajo y el bienestar animal, comederos para mejorar la alimentación, insumos para siembra de pasturas, maquinaria, entre otros

El productor agropecuario de Puerto Deseado, contó que “los fondos de la Ley Ovina han sido fundamentales“, en su caso, “para la recuperación de la actividad, para que te des una idea, a fines de 2001, comienzos de 2002, la situación era complicada, yo estaba poniendo dinero de mi otra actividad privada para recuperar, primero la infraestructura; ya en 2004, a través de la ley pude comprar vientres, después lo usamos para la mejora continua con alambrados, arreglos de viviendas y de corrales, y más cerca en el tiempo en la compra de bombas solares, mangueras, tanques de agua y corrales galvanizados, pensados para mejorar el bienestar de los animales y poder certificarlos”, contó López.

Por eso, para López, los aportes han sido fundamentales para que la ganadería ovina, incluso en épocas muy complicadas del país, pudiera sobrevivir. “Duele hoy que el Gobierno nacional tilde ese fondo fiduciario de mal manejado, porque en la provincia, salvo alguna cosa puntual que tuvo su consecuencia judicial, siempre se manejó muy bien, con una buena administración y gran porcentaje de devolución”, explicó el productor.

La ley tuvo una importantísima contribución a la producción ovina, pasando el stock de 1.978.000 (año 2000) a 3.300.000 (año 2011), cumpliendo con el objetivo de promover la recuperación de la actividad”.

Pero desde 2011, el presupuesto anual se mantuvo inamovible en pesos ($ 80M) durante 10 años y se pasaron los aportes a valor nominal (anteriormente la devolución se realizaba a valor producto), por lo cual la inflación y la desvalorización del peso incidieron negativamente para financiar proyectos productivos de alto impacto.

Pero desde 2011, el presupuesto anual se mantuvo inamovible en pesos ($ 80M) durante 10 años y se pasaron los aportes a valor nominal (anteriormente la devolución se realizaba a valor producto), por lo cual la inflación y la desvalorización del peso incidieron negativamente para financiar proyectos productivos de alto impacto.

Recién en 2022 se actualizó el presupuesto del fondo a $ 850M. Esto provocó un impulso favorable para el sector, pero por la inflación en 2 años dicho presupuesto, sin actualización, volvió a resultar insuficiente para satisfacer las demandas de la actividad ovina en nuestro territorio.

En la necesidad de conseguir créditos, los productores nucleados en la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) solicitaron una línea de financiamiento atada a valor producto, o alguna herramienta que esté dentro de la ley que, por cierto, continúa aunque se eliminaron los fondos.