Rotundo éxito de Monólogos al Viento

La IIIV Edición del festival de teatro deseadense tuvo un abundante menú de obras y contó con un gran marco de público que disfrutó de grandes obras y excelentes elencos.
Monólogos al Viento se convirtió, sin lugar a dudas, en un evento que año a año viene creciendo y se ha transformado en lo más esperado en la Patagonia.
El austerismo de este año no impidió que sea una edición con todas las luces, y así comenzó, con el teatro campo de Dionisio, con Domingo Baio y Sandro Lincomán, el elenco local que mostró sus dotes y de lo que está hecho el teatro deseadense.
Más tarde Micaela Picarelli Chan Plan dio una clase de clown sin serlo y expuso talento hasta los poros. Ese mismo viernes, un animal de los escenarios, Pepe Sanzano hizo reír a un pub completo.
El sábado Guillermo Otálora le dio vida a un niño que buscaba no perderse en las profundas arenas de la playa. Natalia Rey fue la “Pequeña pasajera” que se preguntaba que pasa cada vez que se desamaba y la difícil tarea de volver a construirnos.
Fue el gran y reconocido actor deseadense, Paulo Brunetti, que le puso la calidad nacional a una obra que anduvo por el mundo, “Muchacho de Luna” y así terminar con una varieté de sketch y música.
Un domingo nostálgico Paula Quintana, desde El Calafate, nos enseñó su mundo de fantasía, Maribel Bordenave mostró Las Soñadoras que no deben ser olvidadas y Adrián Polich, vino con su campo a la ciudad a decirnos lo lindo y lo malo que es ser Hijo de Campo.
Se fue nomas la IIIV Edición y es hora de felicitar a Dionisio por su organización y aplaudir de pie a quienes corrieron el telón durante estos tres días para mostrarnos el maravilloso arte de la actuación.
Fue una edición récord de gente, que merece también un aplauso por su participación, fue el año con mayor cantidad de espectadores.
Una demostración de que cuando las cosas se hacen bien, con continuidad, con trabajo, esfuerzo, dedicación y mucho amor se puede crecer, creer y triunfar. Porque el éxito estuvo en ese récord de espectadores, pero mucho más en quienes se apropiaron del festival y lo empiezan a hacer suyo.
El premio a la mejor obra, otorgado por la gente, se lo dio a la obra local Diluvio, sin embargo, se fue para Tandil, por decisión del elenco deseadense que optó por entregar el mismo a la segunda obra más elegida, “Hijo de Campo” con la excelente interpretación de Adrián Polich y la dirección de Gustavo Lazarte.