Santa Cruz se suma al RIGI
Con 13 votos a favor y 9 en contra, el proyecto impulsado por el gobernador Claudio Vidal y respaldado por el bloque oficialista de Por Santa Cruz obtuvo luz verde en una sesión que no estuvo exenta de tensiones.El RIGI, aprobado previamente a nivel nacional, se presenta como una herramienta para atraer inversiones de gran escala mediante beneficios fiscales y regulatorios. Sin embargo, las críticas desde sectores opositores y gremiales se centraron en los riesgos que implicaría para la soberanía provincial, los recursos naturales y la seguridad ambiental.
Los argumentos de la oposición
Durante la sesión, las posturas fueron polarizadas. Agostina Mora, legisladora de Unión por la Patria, calificó al régimen como «el peor de la historia de Argentina», argumentando que consolida un modelo jurídico desfavorable para la provincia. En una línea similar, Daniel Peralta cuestionó el impacto real del régimen en el desarrollo económico local, advirtiendo que “se comete un grave error” y que la votación dejó precedentes negativos debido al cambio de postura de algunos legisladores.
Por su parte, Pedro Muñoz expresó su preocupación por la posible pérdida de autonomía provincial y la preponderancia del capital sobre aspectos ambientales y laborales. Estas críticas se replicaron en las manifestaciones convocadas por gremios y organizaciones sociales frente a la Legislatura, en un escenario de máxima seguridad con fuerte presencia policial.
Una apuesta oficialista al desarrollo
El bloque oficialista, en cambio, defendió la adhesión como una oportunidad para consolidar a Santa Cruz como un destino atractivo para grandes inversiones, con un potencial significativo para generar empleo y dinamizar la economía. En este contexto, se planteó que el RIGI no solo incentivará nuevas inversiones, sino que también fortalecerá proyectos estratégicos ya presentes en la provincia.
Aunque los beneficios fiscales y regulatorios del régimen están diseñados para captar capitales internacionales, el desafío central radica en equilibrar las ventajas económicas con una gestión responsable de los recursos naturales y el respeto a los derechos laborales.
Aprobación, expectativas y esperanzas
Más allá de los discursos, lo cierto es que esta adhesión abre un nuevo capítulo para Santa Cruz, una provincia que históricamente ha sido un pilar del desarrollo minero y energético de Argentina. Sin embargo, la discusión en torno al RIGI revela tensiones profundas sobre cómo debe orientarse el crecimiento económico en un contexto donde la sostenibilidad y la equidad son demandas crecientes.
Queda por ver si este régimen logra cumplir con las expectativas generadas por sus promotores, o si, como temen sus detractores, se convierte en un factor de disputa que exacerbe las desigualdades y los conflictos en la provincia.
Desde Extremo Minero, continuaremos observando de cerca cómo se desarrolla este proceso, con la firme convicción de que la minería y las grandes inversiones pueden ser compatibles con un modelo de desarrollo inclusivo y sustentable, siempre que se gestione con responsabilidad y transparencia.
Fuente: Extremo Minero