Hermana del peón rural cree que a su hermano lo mataron

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Lilia Jara, denunció ante Deseado Noticias que hubieron muchas anomalías en el trato para con ella por parte de la policía. Además asegura que su hermano no tenía una enfermedad grave, no portaba arma y que el estanciero algo oculta.

La hermana del hombre hallado sin vida  hace unos 10 días atrás no cree en la versión del suicidio y no entiende porque la policía le negó, entre otras cosas, una carta que el hombre dejó para su familia. “Lo de la carta lo sé porque el fiscal de mi ciudad, Río Mayo, se contacto con el de Deseado y le confirmó la existencia de la misma”.

“Yo tuve que viajar en cuanto me entere de lo sucedido. Mario era un adicto en recuperación y cada vez que bajaba al pueblo se le hacía muy difícil no alcoholizarse, pero no padecía ninguna enfermedad mortal, solo problemas en los riñones producto del propio alcohol” indica desconcertada la mujer.

Jara continúa diciendo que cuando llegó  a la comisaría deseadense lo único que le indicaron fue donde estaba su hermano y ni siquiera le dieron las pertenencias, “por parte del patrón no recibí más que evasivas lo que me hace dudar aún más. A mi hermano lo trataron como un descartable, una basura. Pero la policía no me dio ninguna explicación”.

Todos estos malos tratos, más la certeza de que su hermano no poseía y arma y el hecho de que lo hayan encontrado muerto a la orilla de la ruta, cuando pernoctaba sólo en el casco de la estancia le provocan más incertidumbres que certezas. “Al principio hasta en la edad mintieron. Porque tenía 38, y no 49. No tenía carabina, ¿De dónde saco ese arma?”.

Lilia además denuncia que el patrón “ni el pésame me dio” y “además me aviso el sábado cuando todo sucedió el viernes. Me maltrató y ni siquiera me recibió. Sólo me humilló telefónicamente” aclara que días atrás había tenido una conversación con el dueño de estancia El Caburé y este le había dicho que “Mario estaba muy contento, que hasta al fútbol estaba jugando”.

“Sólo quiero saber la verdad y que se sepa que mi hermano no se mató, sino que lo mataron. Él tenía signos de violencia. De eso estoy completamente segura. Quiero que Puerto Deseado entienda el maltrato que recibí por parte del “señor”, si es que se lo puede llamar así al patrón de Mario y del desinterés por parte del Fiscal y el acto de ignorancia que la policía me realizó cuando fui a buscar el cadáver de mi hermano” finalizó Lilia Jara.