La estiba de Deseado intentó bloquear las exportaciones

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En Puerto Deseado el sindicato de estibadores se negó a cargar contendores de empresas pesqueras a partir de hoy y hasta que se comprometieran a mantener niveles de descarga de langostino que garanticen el empleo. Se dictó conciliación obligatoria por quince días pero no terminó el conflicto.

La tarde del lunes comenzó a plantear un panorama complicado para las empresas pesqueras que operan desde Puerto Deseado. El Sindicato de Estibadores Portuarios Patagónicos –SUEPP- presentó una nota a la empresa de logística Murchison, comunicándole su decisión de no cargar en los buques contenedores de empresas pesqueras hasta tanto estas se comprometan a descargar langostino en los puertos santacruceños. La empresa de logística se presentó ante el Ministerio de Trabajo provincial solicitando la conciliación obligatoria, que le fue concedida y por los próximos quince días los estibadores estarán obligados a acatarla. El bloqueo de exportaciones es un delito federal y la situación podría complicarse si desde SUEPP no acatan la orden de Trabajo.

“Luego de haber agotado todas las instancias a través de notas, comunicaciones telefónicas, etc, sin lograr un avance en la firma de un acuerdo de paz social con las empresas armadoras aquí involucradas, los trabajadores representados por este gremio han decidido a partir del día 25 de agosto del corriente a partir de las 07 horas, se comenzará con las medidas de acción directa, en buque portacontenedores, negándose a cargar mercadería para exportación de las siguientes empresas: Vieira Argentina, Argenova, Pesquera Deseado, Pesquera Veraz, Pesquera Santa Cruz”.

Ese es el texto de la nota que el secretario General del SUEPP, Omar Mella, presentó a la empresa Murchison ayer por la tarde. Desde el sector empresario, tras conocerse esta situación, prepararon un amparo para ser presentado a primera hora de hoy ante la justicia, por bloqueo de exportaciones. No solo se trata de un delito federal sino que además va a contramano de la política de aumento de las exportaciones que impulsa el gobierno nacional.

Pero antes de que el escrito llegara a la justicia, se dio lugar al pedido de conciliación obligatoria presentado por Murchison y el sindicato está obligado a acatarla por los próximos quince días. Aunque esto no resuelve el conflicto, solo lo estaría postergando. Es que las condiciones para descargar en Deseado son cada vez más complejas y los empresarios ven poco probable que pueda cumplirse con el 50 por ciento de actividad que reclaman.

La firma Pesquera Deseado, nominada por el SUEPP como una de las que se verían afectadas en la exportación, pertenece al Grupo Newsan y su gerente, Claudio Guida, en conversación con este medio señaló que cada vez es más difícil pensar en mantener el nivel de actividad de Puerto Deseado en el marco de la pandemia.

“Se está trabajando en Santa Cruz en un protocolo más duro en la actividad pesquera y portuaria para evitar el riesgo de contagios y esto complicará mucho más la operatoria. No solo tendríamos dos días más de navegación que si recaláramos en un puerto de Chubut sino que luego deberíamos realizar testeos que tardaría otras 48 horas hasta obtener los resultados y poder zarpar. En una temporada corta como esta, se vuelve muy complejo y será difícil cumplir con los niveles de descarga que pretenden”, indicó Guida.

Por otra parte, el empresario señaló el impacto negativo que este tipo de medidas tiene en las operaciones comerciales que por fin comienzan a reactivarse. “Por primera vez en el año tenemos pedidos del exterior, buscan cubrir la falta de stock y no podemos demorarnos, ellos necesitan el producto y nosotros no podemos decirles que nos esperen a que resolvamos el problema con la estiba”.

Que no menos del 50 por ciento de los barcos que operan en Deseado mantengan las descargas en los puertos santacruceños no es un reclamo nuevo. Lo mismo se hizo el año pasado y las empresas buscaron mantener activo el puerto llevando a descargar sus barcos a pesar de tener más días de navegación. Pero este año la situación es más compleja, en parte por los inconvenientes que sumó la pandemia del Covid-19 y también por un mayor desplazamiento del langostino hacia el norte.

En este momento la flota se concentra a la altura del paralelo 45º Sur por lo que muchas empresas optan por descargar en Puerto Madryn, dado que es la estación marítima más cercana. Una decisión empresarial lógica para minimizar los costos operativos, en un año particularmente difícil.

Pero en Santa Cruz no lo entienden así y los estibadores buscan presionar para que, a pesar del aumento de costos que implicaría descargar en puertos santacruceños, lo sigan haciendo. Esta lógica de pensamiento es compartida por las funcionarias del área y también por algunos políticos.

En el diario la Opinión Austral hace unos días se publicó una nota en la que se afirmaba que desde la cartera de Pesca se había informado que “estaban en un continuo trabajo con distintos actores del sector para mantener la paz social y reasegurar los puestos de trabajo”, en sintonía con la nota presentada por Mella.

En ese sentido reprodujeron las declaraciones de la ministra de la Producción, Silvina Córdoba, que dijo estar trabajando junto a “la Secretaría de Pesca, el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y las empresas” para sostener el trabajo local. También las del diputado del pueblo, Carlos Santi, quien aseguró que “los buques que comprometieron descargas en el puerto de Deseado cumplirán con eso”. Cabe aclarar que el diputado es un empresario de la estiba en Puerto Deseado que maneja la operatoria de dos empresas pesqueras, las cuales se hubieran visto afectadas por la medida de fuerza.

La conciliación obligatoria ha sido dictada y hoy los contenedores que tengan mercadería de las pesqueras deberían ser cargados en los buques para completar la exportación. Sin embargo, nadie en el sector pesquero está seguro de que así ocurra. Existen dudas de que el sindicato acate la orden del Ministerio de Trabajo y sobre la exigencia de su cumplimiento por parte de las autoridades. Las próximas horas serán determinantes para saber si el conflicto entra en un impase y se llega a un punto de acuerdo razonable o si se profundiza.

Fuente: Revista Puerto