La historia de Mauricio Morales, el futbolista de Santa Cruz que nació con una mal formación de huesos

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En 2019 fue recibido con los brazos abiertos por el club Deseado Juniors y se forjó una gran pasión. “Maury” en la actualidad se entrena con sus compañeros y sueña con debutar en la Primera División. Conocé la historia del luchador de Puerto Deseado.

Soñador como muchos, y luchador como pocos. La historia de Mauricio Morales, más conocido como “Maury el polaquito”, tiene sus inicios un 13 de octubre de 1996, día de su nacimiento.

Desde ese día que padece cráneoestenosis, lo que provocó en su rostro una mal formación de huesos y por esto a un mes de nacer fue intervenido quirúrgicamente. Como consecuencia viaja año tras año a Buenos Aires a realizarse estudios.

La cráneostenosis es un defecto de nacimiento en el cual los huesos del cráneo del bebé se cierran prematuramente. Esto sucede antes de que el cerebro se forme completamente.

Sin embargo, esto no ha impedido que Mauricio, hoy a sus 24 años cumpla su sueño de poder jugar al fútbol.

Desde niño supo que no estar dentro de la “normalidad” no era un impedimento para luchar por sus anhelos y objetivos. Durante su adolescencia practicó natación y atletismo en Puerto Deseado, ciudad donde fue a la primaria en la Escuela Provincial n°5, y finalizó sus estudios en la Escuela Secundaria n°24.

Su vida, post secundaria se basaba en ir a trabajar por las mañanas en la Asociación Deseadense Pro Ayuda al Discapacitado (ADPADI), donde se dedicaba a amasar panes para el jardín maternal y hogar de ancianos de Puerto Deseado. Hasta que en 2019, su vida dio un giro rotundo.

Un apasionado por el fútbol, hincha de River y ha tenido la oportunidad de visitar el Estadio Monumental en Buenos Aires. Pero nunca había salido la posibilidad de que juegue al fútbol, deporte que miraba y disfrutaba pero que no lo practicaba.

Adriana Venditti, quien fuera la maestra de jardín de Mauricio, fue quien le dijo un día en 2019: “Acá te dejo los horarios para que vayas a entrenar y jugar con ellos”, destacó el deseadense.

Ella fue quien dio ese primer paso, que Mauricio aceptó. “Estaba emocionado, y no lo podía creer”. Luego de esta iniciativa, llegó el momento de comenzar a entrenarse, de conocer a sus compañeros y hacer el deporte que quiso practicar en sus 24 años.

“Estaba nervioso cuando entré al club, porque pensaba que iban a decir, yo siempre quise estar y recuerdo que a los primeros entrenamientos me llevaba mi abuelo Ramón Horacio Pérez”, manifestó.

“Maury” quiso mucho a su abuelo quien fue muy importante para él. “Cuando se enteró de la noticia quedó encantado que yo siga los pasos de mis compañeros y por dentro me decía ¡Que ganas de cumplir este sueño y que el me vea”, expresó el joven.

El futbolista es hijo de Sonia Beatríz Pérez y Daniel Morales, a su vez tiene dos hermanos: Jonathan y Ariadna. Justamente, su hermano juega en Ferro, eterno rival de Deseado Juniors, donde juega Mauricio.

Aunque todavía no ha debutado en la Primera de Juniors, “Maury” sueña con jugar un partido ante su hermano: “Quiero estar bien físicamente y demostrar en la cancha lo que se hacer, y nosotros somos hermanos pero en la cancha no habrá ninguna barrera que nos detenga y siempre vamos a tener respeto el uno por el otro”comentó el joven.

“Maury” es de esas personas nobles, querido por todos y ahora, hace dos años que lo une este amor por Deseado Juniors y por último no se quiso olvidar de sus compañeros, un factor importante en este sueño de debutar en la primera del León deseadense: “Mi sueño es crecer adelante de mis compañeros, y motivarnos cada día. Ellos mismos me motivan a hacer todos los ejercicios posibles y estoy en el club que siempre quise estar”, finalizó.

Por último, le envió fuerzas a la familia de Santiago, España y “Chavo Paz” quienes están pasando por un mal momento y junto con todos sus compañeros les brindan su apoyo.

Los sueños tarde o temprano se cumple, y “Maury” debutará cuando se sienta listo para hacerlo, y será acompañado por todos sus compañeros y familiares.

Fuente: La Opinión Austral