Es bailarín, tiene a su hija enferma y busca trabajo para poder seguir enviándole dinero

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Regino Motta llegó ilusionado en el 2020 a Puerto Deseado desde su Posada natal con las expectativas de que en el sur de la Argentina encontraría el futuro deseado para él y su hija que aún no había nacido. Sin embargo, la pandemia le apagó el sueño de la danza y lo dejó prácticamente en la calle.

El joven misionero se comunicó con la redacción de DN con el objetivo de encontrar una voz que pueda colaborar con su deseo de conseguir trabajo. Cabizbajo, respetuoso y con muchas ganas de trabajar expresó que “mes a mes envío dinero a mi niña a Misiones. Se llama Génesis, tiene un año y aún no la he podido abrazarla, ni conocerla, más allá del teléfono”.

Es que su vida a finales del 2019 cambia absolutamente cuando queda cesante de su trabajo que ejercía, es profesor de danza, actividad que ama. Allí decide,  viajar a Puerto Deseado  luego de escuchar que en el sur tendría la oportunidad de encontrar trabajo, expresar su arte y desarrollar una carrera laboral como la que deseaba, “pero no fue así me dieron unas expectativas de que aquí la cosa estaba bien y la realidad es otra. Me costó horrores conseguir trabajo y todos fueron temporarios”.

Motta decidió, de todas formas pelearla en el sur. Por lo que su hija nació en Posadas ya con él en la ciudad portuaria “todo lo que fui recaudando con los trabajos se lo iba enviando a mí hija, a la cual amo con locura y muero por acariciarla. Génesis fue diagnosticada con Celiaquía lo que provocó un cambio total en la alimentación y por lo tanto un costo más elevado. Me la he ingeniado para poder enviarle dinero, pero ya no puedo, estoy totalmente en quiebra económicamente y no salen changas, más allá de algunas clases que doy en el gimnasio” explicó.

La danza fue su primer sustento de vida en Puerto Deseado “y me iba muy bien, pero la pandemia nos obligó a cerrar y los alumnos se fueron. Hice changas de todo lo que se puedan imaginar, chapista, pesqueras, limpia patios, venta de comida, no tengo inconvenientes en aprender de lo que no sé, pero necesito trabajar. Yo  mando todo lo que puedo a pesar de mi condición no le fallo ni un mes es más mando más de lo debido, jamás cuestiono lo que la mamá me pide por qué yo se la necesidad que están pasando allá, yo vengo de ahí por eso y la razón más importante  que es mi hija por ella emprendí este viaje, gracias a Dios la mamá de mi beba es una guerrera y la tiene bien cuidada. Yo trato de no fallarle hasta ahora sigo invicto, pero la situación no me da para más”.

Constantemente en su relato Regino Motta nos muestra el amor que siente por su primogénita, nos enseña una canción que escribió para su cumpleaños, el único regalo que le pudo hacer. Siempre subraya estar agradecido de muchos deseadenses que le tendieron una mano “y que lo siguen haciendo”  y continúa pidiendo trabajo.

La ciudad portuaria siempre fue solidaria y por ello Regino nos deja su número de teléfono (297 4 374387) para aquellos que puedan aportar un granito de arena con una changa, que él promete devolver con responsabilidad y compromiso.

https://www.facebook.com/regino.motta/videos/442535490254606