Alfredo Rosso fue distinguido por la Legislatura porteña

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Juan Mateo Aberastain Zubimendi estuvo en la cobertura de la distinción a Alfredo Rosso. El periodista de rock, que lleva cuatro décadas informando acerca de la actividad.

La Legislatura Porteña distinguió a Alfredo Rosso, uno de los periodistas de rock más importantes y respetados del país, con más de cuatro décadas de trayectoria en distintos medios nacionales e internacionales.

El autor de la iniciativa es el legislador Roy Cortina, quien durante su mandato ha impulsado reconocimientos a otras personalidades vinculadas al rock nacional como Lito Vitale y Willy Quiroga, el periodista Sergio Marchi y los fotógrafos Gabriel Rocca y Andy Cherniavsky.

“La voz de Alfredo ha marcado generaciones. En sus programas, Alfredo hace gala de una habilidad única para contextualizar la música en el panorama cultural y social en el que surgió cada ritmo, cada letra. Profundiza en las historias detrás de las canciones y los artistas, creando un vínculo auténtico entre la música y la audiencia. Por eso su influencia perdurará en la historia del periodismo musical argentino y su legado seguirá inspirando a todos aquellos que buscan comprender y amar la música en todas sus dimensiones” , fueron las palabras de bienvenida del diputado Roy Cortina.

No faltó lugar para que su gran amigo Fernando Pau afirmara: “Cada una de sus medallas están detalladas en Wikipedia pero a mi me gustaría destacar, que en su momento, Alfredo hizo un programa en la BBC de Londres hablando de música argentina. Imagínense ustedes la cara de los tipos de la BBC de Londres, un tipo que llega de Sudamérica y finalmente le terminan pidiendo que haga, en inglés por supuesto, un programa de música argentina, nadie podría hacerlo, tenía que ser Alfredo, no había otra persona que pudiera hacer eso”.

Unos minutos después, el periodista recibió el diploma que lo reconoce como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad. Rosso recordó el impacto que tuvo en él haber comprado el primer disco de Los Gatos en 1967, que contenía el famoso tema La Balsa: “Cambió mi vida para siempre porque conocí un mundo que no tenía nombre, pero que fue despertado por un par de estrofas de una canción: cuando mi balsa esté lista partiré hacia la locura, con mi balsa yo me iré a naufragar. Lentamente iba a comprender que esa locura era detenerse a pensar y lo más importante: no permitir que nadie escriba el libreto de tu vida”.

Algo similar ocurrió cuando llegó a sus manos un ejemplar de la revista Pin Up: “En sus páginas descubrí otro mundo que yo intuía que existía: Almendra, Manal, Miguel Abuelo, artistas y diseñadores del Instituto Di Tella. Sentías que eras parte de una cultura nueva”. Así llegaron a su vida más discos, revistas, libros, programas de radio: “Me di cuenta que me gustaba ser como esos maestros, un cable conductor entre los músicos, los artistas y el público. Descubrí que tenía buena predisposición para escribir, contar y describir esta cultura diferente. Por fortuna, nunca perdí las ganas de querer saber más”.

Entre los invitados había periodistas, amigos, seguidores y también estuvo el cantante y guitarrista Omar Giammarco, que cerró esta celebración con un show musical.

Alfredo Rosso integró redacciones legendarias del periodismo argentino como Expreso Imaginario, Cerdos y Peces, Rock And Pop, La Mano, Rolling Stone, y fue colaborador en los diarios Clarín, La Nación y Página/12. También trabajó en discográficas como BMG Argentina, Music Hall, Warner, Sony Music, y como programador y productor musical en Radio Rivadavia, donde dio sus primeros pasos en la radio.

Ese fue el medio que le permitió llegar a un público más amplio. Su famoso programa “La casa del rock naciente” comenzó en 1997 como una sección del recordado “Cuál es”, con Mario Pergolini a la cabeza, en la FM Rock And Pop. Tres años después, Rosso tuvo la oportunidad de transformar aquel segmento de culto en un ciclo radial que se convirtió en un clásico que lleva más de 20 años en el aire.

Actualmente Rosso también conduce “La Trama Celeste” en AM 750, “Figuración” en Nacional Rock, y “Truco Gallo” por Radio UBA, junto al periodista Claudio Kleiman. En cada uno de sus programas suele mostrar canciones y artistas que no suenan habitualmente en la radio, y a través de una narración única logra transportar a sus oyentes a los momentos históricos donde surgieron esas obras, un sello tan inconfundible como su voz.

Es posible que esta forma de estructurar sus programas haya empezado a tomar forma en aquellos días en los que Rosso frecuentaba disquerías para comprar vinilos importados. Tal vez pocos sepan que el periodista llegó a tener su propias disquerías en la famosa Galería Bond Street: se llamaron Tabú y Fénix y funcionaron entre 1985 y 1994. Adrián Dárgelos, cantante de Babasónicos, solía ser uno de sus clientes habituales.

“El rock es otra forma de ver la vida”, suele decir Rosso y su frase la aplica como una filosofía personal. Por eso no es extraño encontrarlo en algún bar de Buenos Aires disfrutando y descubriendo algún nuevo talento de la escena musical o en cualquier otra parte del mundo, ya que suele viajar de festival en festival en busca de nuevos artistas, pero también de movimientos culturales y sociales.

Como hace más de 40 años, Alfredo Rosso sigue transmitiendo como pocas la historia del rock nacional e internacional, por eso se convirtió en una referencia para el periodismo de rock y en uno de los profesionales más respetados y queridos por las figuras de la música argentina .