Cerro Negro se afianza como la principal exportadora de oro del país

0
585

Produce casi 280.000 onzas y exporta entre 400 y 600 millones de dólares al año.

Newmont tiene prevista una inversión de unos USD 540 millones para extender la vida útil de la mina hasta el año 2034, con la puesta en valor del denominado Distrito Este.

Por Sabrina Pont

Newmont Mining Corporation reivindicó el papel que desempeña su proyecto Cerro Negro, ubicado en el Macizo del Deseado, en cuanto a su doble carácter de bastión productivo de la industria minera argentina, por un lado, y generador de divisas fundamentales para las arcas del país, por otro. Así lo expresó Javier Velarde, vicepresidente regional de Sustentabilidad y Relaciones Externas en la empresa, quien a fines de agosto disertó ante el Consejo de las Américas.

Según el directivo, Cerro Negro constituye una parte muy importante del portafolio de operaciones de la compañía en todo el mundo.

Según el directivo, Cerro Negro constituye una parte muy importante del portafolio de operaciones de la compañía en todo el mundo. “Nuestra cartera abarca 17 iniciativas en nueve naciones. A nivel local, tenemos el foco puesto en Cerro Negro, que el año pasado produjo unas 278.000 onzas de oro, generando ingresos por más de USD 500 millones“, cuantificó.

Reveló que en los últimos años, desde Cerro Negro se envió al exterior entre USD 400 millones y USD 600 millones. “De ese modo, la mina se posiciona como la principal exportadora aurífera del país“, remarcó.

En el yacimiento trabajan unas 1.400 personas de manera directa. “Los empleos indirectos, en tanto, son cerca de 5.000, entre contratistas y otros eslabones de la cadena de valor”, acotó.

Newmont prevé una inversión de unos USD 540 millones para extender la vida útil de la mina hasta el año 2034. Eso será posible con la puesta en valor del denominado Distrito Este, proyecto de expansión que comenzaría a producir en 2025.

La organización es líder global en la extracción de oro, además de jugar un papel importante en los mercados internacionales del cobre, la plata, el zinc y el plomo. Es el único productor aurífero que figura en el reconocido índice S&P 500.

Desde la óptica de Velarde, para prosperar la minería local se precisa de políticas transparentes, un marco jurídico estable y altos niveles de respeto por los derechos de las comunidades. “La nuestra es una industria de larga maduración, que demanda inversiones iniciales considerables, además de tecnología de punta y mano de obra calificada. Una operación requiere entre 10 y 15 años, desde la identificación del depósito mineral hasta la puesta en macha”.

A lo largo de ese período, indicó, los avatares económicos, políticos y sociales pueden afectar el normal desenvolvimiento de las propuestas en curso, aparte de impedir el desarrollo de nuevas áreas. “La competitividad minera también suele verse afectada por los requisitos y tiempos para obtener las licencias y permisos, los costos de exploración, las restricciones en el abastecimiento de insumos y las limitaciones en el acceso al capital. Todas estas dificultades hacen que el inversor adopte un cauteloso enfoque estratégico al momento de tomar decisiones”, justificó.

Es absolutamente cierto, advirtió Velarde, que Argentina no figura actualmente entre los mercados más amigables para el desarrollo de la actividad. Ocupa el puesto 161º entre 165 países evaluados por el Índice de Libertades Económicas del Instituto Fraser de Canadá. “No obstante, gracias a su potencial geológico, provincias como Santa Cruz, San Juan y Catamarca se encuentran entre los distritos mineros más atractivos del planeta“, subrayó.

Santa Cruz, San Juan y Catamarca están entre los distritos mineros más atractivos del planeta.

En términos exploratorios, comentó, la inversión en Argentina todavía resulta muy baja con respecto a otros mercados de la región, tales como Perú y Chile. “Para revertir eso, se necesita una mayor agilidad en el otorgamiento de concesiones y permisos, además de favorecer el acceso a mano de obra calificada y equipos”, expresó.

En definitiva, opinó, hace falta más acompañamiento del Estado en todo lo referido a prevenir conflictos comunitarios y a cuestiones vinculadas con el manejo del entorno social y ambiental. “Se requiere, asimismo, un marco regulatorio y tributario que brinde más previsibilidad y confianza“, recalcó.

El año pasado, Cerro Negro se convirtió en la primera mina de Argentina dotada de un sistema de teleoperación remota de cargadores. En la concepción de Newmont, esta innovación refleja “una nueva forma de hacer minería, en donde la tecnología y la sostenibilidad van de la mano”.

El sistema posibilita la operación en forma remota y en tiempo real de los cargadores del proyecto, evitando que los trabajadores deban bajar a la mina. Pionera en su género en el país y con escasos antecedentes en Latinoamérica, esta tecnología de vanguardia apunta a incrementar la vida útil de los equipos, mejorar la productividad de la operación y brindar mayores niveles de seguridad a los operarios

Fuente: La Opinión Austral