Combustibles: petroleras bajan los precios en surtidores para no perder clientes

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Bajan levemente los precios de la nafta. No obstante, se trata de una práctica habitual de las petroleras después del ajuste al alza generalizado, ya que buscan mantenerse competitivas en el sector, y no quedar víctimas de un descalce del mercado.

El reciente aumento en los precios de la nafta despertó un malestar generalizado en la sociedad. El anuncio oficial, dado por Raúl Castellanos, titular de la Cámara de Empresas de Combustibles, confirmó un incremento del 27% en el valor. Este es el primer aumento de 2024 y llevó el litro de nafta cerca del máximo histórico de un dólar. Sin embargo, en varias estaciones de servicio se comienza a observar un repliegue en los valores de la nafta en las últimas horas.

No obstante, la baja de los precios en surtidores es una práctica habitual de las petroleras después de ajuste generalizado, ya que buscan mantenerse competitivas en el sector, y no quedar víctimas de un descalce de precios en el mercado.

Asimismo, la medida responde al descontento social que generó el aumento de los combustibles y al problema para comprar nafta que está teniendo la población, así como al impacto que esto tiene en el costo del transporte y de la logística de distintos insumos esenciales para la vida de las personas, como los alimentos.

Nafta: cómo es el reacomodamiento de precios

En ese contexto, compañías de ese sector, como Axion, redujeron levemente el precio de las naftas. Por ejemplo, en esta última, la súper se negocia a $737 por litro, según reportan usuarios en las redes sociales. Sin embargo, sigue siendo un precio impagable, teniendo en cuenta que llenar el tanque en una estación de servicio de las mencionadas anteriormente, en el caso de un motor 1.6, pro ejemplo, costó este fin de semana alrededor de $23.000.

Puma, por su parte, bajó sus precios al día siguiente del aumento para mantenerse competitivos. Al 3 de enero, la nafta súper cotizaba $665 el litro y la Premium, $831, mientras que ahora descendieron a $636 y a $789 respectivamente. En el caso de las dos versiones de diesel (grado 2 y 3) bajaron de $869 y $984 a $814 y $979, respectivamente.

El reciente incremento en los precios de los combustibles ha generado un profundo impacto, no solo en términos porcentuales en pesos argentinos, sino también al analizar la proporción en dólares, tanto tomando como referencia la tasa oficial como el precio de la divisa en el mercado paralelo (blue).

Desde fines de noviembre, los números resultan alarmantes: un aumento del 141% en pesos (de $311 a $750); un 9% en dólares oficiales (junto a una considerable devaluación) y un 116% al precio del blue.

Sin embargo, más allá de la impresionante magnitud de este incremento, es esencial contextualizar estos valores en una perspectiva histórica más amplia, considerando el último 

Combustibles: la evolución del precio

En octubre de 2023, justo antes de las elecciones presidenciales, la nafta alcanzó su nivel más bajo en una década, si se compara con diversas variables relevantes. En términos de dólares oficiales, el litro de nafta súper cotizaba a 0,70 centavos, uno de los precios más bajos desde enero de 2013. Solo se asemeja a ese valor el registrado en julio de 2020, durante el punto álgido de la pandemia, cuando rondaba los US$ 0,73. Como referencia, el precio promedio de la nafta súper en el período 2013-2023 fue de u$s1,06.

Medido en dólares blue, en octubre del año pasado, la nafta se vendía a tan solo 29 centavos el litro, menos de la mitad de su valor de febrero de 2020, al inicio del mandato de Alberto Fernández (u$s0,72), e incluso significativamente más bajo que en enero de 2014, tras la devaluación de Axel Kicillof (u$s0,82), en el Gobierno de Cristina Kirchner, tomando dos puntos de referencia. El precio promedio por litro de súper en dólares blue desde enero de 2013 fue de 79 centavos.

Más allá de los precios, el indicador RIPTE mostraba que en octubre de 2023, la remuneración promedio calculada por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) alcanzaba los $420.707, lo que permitía adquirir 1.696 litros de nafta súper, la cifra más alta desde enero de 2014, cuando se implementó este índice. En contraste, a principios de 2014, ese valor solo permitía comprar 985 litros, y en enero de 2021, el punto más bajo con relación al combustible, solo permitía adquirir 946 litros con la remuneración promedio del SIPA. El promedio histórico desde 2014 es de 1.175 litros, hasta octubre de 2023 (último RIPTE publicado).

Todos estos datos revelan que antes de las elecciones de octubre, el precio del combustible estaba artificialmente bajo, incluso medido en dólares oficiales (casi un 35% por debajo del promedio 2013-2023). Esto se debió, en parte, a que, al igual que el dólar oficial, el valor de la nafta se había “pisado” después de la devaluación de agosto, realizada tras las elecciones primarias.

Un ajuste del precio de la nafta: ¿cómo fue?

Sin embargo, todo cambió el 12 de diciembre, cuando el dólar oficial aumentó un 118%, marcando la mayor devaluación de la moneda oficial desde la crisis de 2002. Las petroleras anticiparon este movimiento con un aumento del 30% en las naftas el 8 de diciembre. Posteriormente, el 13 de diciembre, tras la devaluación, hubo otro aumento del 37%, elevando el precio del litro de súper a $587.

Aun así, este valor de referencia quedó en los 75 centavos de dólar oficial después de la devaluación, un valor similar al de julio de 2023. Medido en dólares billete, la nafta pasó de u$s0,44 a u$s0,61 durante diciembre, un incremento de casi el 50%.

El reciente aumento ha vuelto a cambiar el panorama: ahora nos situamos en valores cercanos a u$s1 (al oficial) por litro y u$s0,76 en valor blue. Esto coloca los precios en un margen de +/- 8% en relación con los valores promedio de la última década, en ambos casos.

Desde este enfoque, se podría afirmar que la nafta, uno de los famosos “precios relativos” que se habían rezagado en los últimos meses, ha convergido nuevamente hacia sus valores históricos en Argentina.

Fuente: Ámbito